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El ministro Urtasun visita San Millán de la Cogolla

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha visitado este jueves junto al consejero de Cultura, Turismo, Deporte y Juventud de La Rioja, José Luis Pérez, el avance de las obras de emergencia del Monasterio de Suso, en San Millán de la Cogolla (La Rioja), que comenzaron el pasado diciembre de 2024. El proyecto, dotado por el Ministerio de Cultura con una inversión de 4.515.954 euros, y con un plazo de ejecución previsto de 24 meses, se está llevando a cabo por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE).

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha señalado que esta inversión “demuestra el compromiso con la Comunidad de La Rioja para proteger su patrimonio, que es clave para entender la historia de nuestra lengua y de nuestro país”. Además, ha expresado que, gracias a estos trabajos, “las generaciones futuras podrán seguir disfrutando del Monasterio de Suso, que es un lugar único y un símbolo fundamental de nuestra identidad cultural”.

Urtasun ha presentado además el programa ‘Abierto por restauración’ que se ofrecerá, entre los meses de junio y septiembre, a los visitantes de este importante monumento como alternativa a las visitas turísticas habituales, que habían sido suspendidas de forma temporal debido a las obras. Las visitas guiadas, de 50 minutos de duración y gratuitas, tendrán lugar todos los sábados del 14 de junio al 14 de septiembre, en dos horarios (11 horas y 13 horas), y contarán con un aforo limitado a 20 personas. El formulario de inscripción estará disponible próximamente en la página web del IPCE.

El programa prevé un recorrido guiado por el interior del edificio, así como el acceso a la torreta de andamio habilitada para las visitas turísticas con el objetivo de comprender el alcance de la implantación de los medios auxiliares y el desarrollo de estudios para ampliar el conocimiento sobre la historia y conservación del monumento.

Obras de emergencia por la inestabilidad estructural del edificio

La intervención en ejecución fue declarada de emergencia por el Consejo de Ministros en diciembre de 2024 debido a la actual inestabilidad estructural del edificio. Esto, sumado a las persistentes filtraciones de agua, incrementadas por las lluvias torrenciales acaecidas en La Rioja el pasado otoño, comprometen la integridad estructural del conjunto monástico, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1997, y considerado como la cuna de la lengua castellana.

Las obras están centradas en un doble objetivo: por un lado, en la eliminación de los focos de humedad del edificio y la desviación de las aguas superficiales del entorno para conseguir unas condiciones ambientales interiores adecuadas; y por otro, en la consolidación estructural del edificio y del terreno sobre el que se asienta y adosa.

Con el propósito de proteger el edificio de las filtraciones de agua durante el transcurso de la obra, se ha instalado una sobrecubierta provisional que será retirada una vez quede garantizada la estanqueidad del conjunto. Las obras implicarán la actuación sobre las cubiertas del conjunto y resto de elementos constructivos afectados por procesos patológicos, con especial atención a los movimientos estructurales activos presentes en las estructuras murarias, arcadas y soleras.

Dada la naturaleza del bien afectado, todas las actuaciones estarán fundamentadas en un profundo conocimiento del edificio, incluyéndose el desarrollo de ensayos diagnósticos no invasivos, monitorización de movimientos estructurales, investigaciones históricas y arqueológicas, y caracterización de materiales, entre otros. Estos estudios se sumarán a los realizados por el IPCE hasta el momento: un levantamiento fotogramétrico del edificio y un estudio geofísico y geológico del entorno.

Como ha incidido el consejero Pérez Pastor, son “unas obras necesarias, lógicamente es un bien muy antiguo, hunde sus raíces en el siglo V, aunque las soluciones arquitectónicas se van desarrollando en los siglos posteriores”. A su juicio, “tenía falta, porque la propia situación del Monasterio, las lluvias y el peso de los siglos y de las intervenciones que a lo largo de los mismos se han desarrollado manifestaban una carencia que el Ministerio ha decidido solucionar con estas obras contratadas por vía de urgencia”.

Unos trabajos que “nos van a permitir, a lo largo de 24 meses, no solo recuperar el bien, sino aprender mucho de ello, y además poner un ejemplo de colaboración institucional”, por lo que ha querido agradecer “públicamente la sensibilidad que tuvo el ministro cuando en la Sectorial de Cultura celebrada en Vitoria, se abrió esa vía de agua, ese mismo día, en ese mismo momento le mostramos un vídeo de lo que estaba pasando y dijo ‘no os preocupéis, que ahí vamos a estar’, y aquí está”.