El 31 de enero los vecinos de San Millán de la Cogolla se reunieron para celebrar la festividad de Santa Potamia en la ermita que lleva su nombre, ubicada al comienzo del municipio, en el barrio de Santurde. Posteriormente a la eucaristía tuvo lugar un ágape en el bar Ángel.
Santa Potamia fue una joven que fue discípula directa de San Millán de la Cogolla. Gracias a ella conocemos muchos detalles de la vida del santo, ya que fue la encargada de relatar su biografía al entonces obispo de Cesar Augusta -hoy Zaragoza-, San Braulio.
Para seguir las enseñanzas de su maestro, Santa Potamia renunció a los bienes terrenales y, siguiendo su ejemplo, se retiró como ermitaña en estos montes. Fallecido San Millán, y junto a un grupo de mujeres, vivió una vida de oración, servicio y penitencia en la ermita de San Jorge.
Cuando murió, fue enterrada en la dicha ermita, que es la que hoy conocemos, pero que ha llegado a nuestros días bajo la advocación de Santa Potamia. Por cierto, su cuerpo se halla enterrado en el Monasterio de Yuso por lo que, como su maestro, no quiso alejarse mucho de estos valles y cumbres de la Sierra de la Demanda.

