En Los montes Distercios o Idubedas, que mas tarde conoceríamos como Sierra de la Demanda, buscó y encontró su vida de meditación, oración y recogimiento San Millán. La Contemplación de la Naturaleza, sin duda, ayudaba al Santo a alcanzar sus objetivos. Hoy estos mismos montes siguen siendo de una excelsa belleza y para descubrirla pocos métodos hay más adecuados que practicar senderismo por alguna de las rutas marcadas.

De las rutas más aconsejables hablamos con Mar Gutiérrez Zaldívar, que las conoce casi todas. Lo cierto es que hay rutas que se adaptan a los diferentes niveles que tiene el senderista: principiante, experto, apto para hacer en familia, poco más que un paseo, exigente…

En cualquier caso, San Millán se convierte en un paraíso para el senderista que podrá disfrutar de espectaculares paisajes y de una naturaleza exuberante. Desde rutas circulares hasta senderos GR, todos marcados y registrados.

Empezando por el sendero de los senderos, el ramal del Camino de Santiago que pasa por estos parajes. No forma parte del Camino en sí, pero no es infrecuente avistar peregrinos que aprovechan la oportunidad de conocer San Millán de la Cogolla desviándose ligeramente de su ruta.